Obesidad infantil
Según la Organización Mundial de la Salud, el 28 % de los niños rumanos de entre 7 y 9 años tienen sobrepeso y el 12 % son obesos.
Ion Puican, 08.10.2025, 11:50
El informe de UNICEF de 2025 muestra un aumento significativo de la obesidad infantil en Rumanía. El porcentaje de niños con sobrepeso de entre 5 y 19 años aumentó del 10 % en 2000 al 23 % en 2022, y el de niños obesos del 2 % al 9 % en el mismo periodo. Según la Organización Mundial de la Salud, el 28 % de los niños rumanos de entre 7 y 9 años tienen sobrepeso y el 12 % son obesos. Además, aproximadamente el 16 % de los niños de entre 10 y 15 años son obesos y otro 16 % tienen sobrepeso, lo que suma un total de más de 215.000 niños afectados. Las causas incluyen el consumo de alimentos ultraprocesados y la falta de actividad física. Una alimentación poco saludable y un estilo de vida sedentario entre los niños y los jóvenes pueden provocar la aparición de grasa visceral, un tipo de grasa corporal localizada en la parte profunda del abdomen, detrás de los músculos, que rodea órganos vitales como el hígado, el estómago y los intestinos. Un cierto porcentaje de grasa visceral es normal y ayuda a proteger los órganos internos, pero su acumulación excesiva es peligrosa porque aumenta el riesgo de enfermedades graves como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, el síndrome metabólico y el infarto. Esta grasa activa procesos inflamatorios y puede provocar resistencia a la insulina.
Sorina Ispas, doctora especialista en nutrición y enfermedades metabólicas, nos habló sobre el peligro que representa la grasa visceral en los niños:
«Cuando tenemos un exceso de grasa visceral, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, no solo diabetes, por eso la grasa visceral debe llamarnos la atención y debe ser monitoreada, debe ser investigada, debe observarse la grasa que rodea los órganos. He visto a muchos niños con hígado graso, que es otro problema, a edades tempranas, de 10 años».
Los médicos aconsejan a los padres que elijan con cuidado los alimentos que ponen en la mochila escolar de sus hijos. Los productos pueden contener azúcares y aditivos alimentarios en cantidades mucho mayores de lo normal.
El profesor Bogdan Timar, presidente de la Sociedad Rumana de Diabetes, Nutrición y Enfermedades Metabólicas, nos habló de la «enfermedad de nuestros días»: la obesidad.
«De hecho, la obesidad es una de las enfermedades que está aumentando cada vez más en cuanto al número de personas afectadas y, por otro lado, en cuanto a su importancia en todo lo que significa la salud pública hoy en día. La obesidad puede considerarse una enfermedad del estilo de vida. Por un lado, tenemos esta mayor disponibilidad de alimentos con energía concentrada y, por otro lado, lamentablemente, vemos que esto también ocurre entre los niños y adolescentes, cuya actividad física es cada vez menor, por lo que, desafortunadamente, las perspectivas no son nada buenas».
El doctor Bogdan Timar hizo hincapié en el peligro que representa el aumento de la obesidad entre los niños y los jóvenes:
«¿Por qué es tan peligroso? Porque sabemos que, sin una intervención firme en lo que respecta a la obesidad, por lo general, lamentablemente, la tendencia es al alza. Es decir, cuando empezamos a tener más kilos de los que deberíamos tener, en el futuro, sin una intervención rápida y firme, seguiremos ganando kilos. Es más, las consecuencias de la obesidad son proporcionales, por un lado, a la magnitud del desequilibrio, es decir, a cuántos kilos tenemos de más, y por otro lado, al tiempo de exposición.»
¿Qué pueden hacer los padres o cuidadores para prevenir, disminuir o corregir los problemas de peso de los niños?
«Aquí la intervención es multifactorial y parte de los hábitos de la familia en cuestión. Estos hábitos, por un lado, significan inculcar al niño una serie de hábitos alimenticios saludables. Es decir, por un lado, intentar ofrecerle una alimentación equilibrada. No insistir demasiado en aquellos alimentos que tienen un alto contenido energético, como, por ejemplo, los dulces concentrados, que solo deben consumirse ocasionalmente, o los alimentos con un alto contenido en lípidos. Por otro lado, también desde el punto de vista del estilo de vida, se debe insistir en un estilo de vida que incluya mucha actividad física. … claro, se trata de una adaptación del estilo de vida. Un estilo de vida que se aprende en la infancia.»
El doctor Bogdan Timar volvió a subrayar los peligros que conlleva la obesidad infantil y cómo los padres deben estar atentos, detectar el problema y acudir a los especialistas:
«En lo que respecta a la obesidad y el sobrepeso, más allá de la esteatosis hepática, que aparece con frecuencia debido a la obesidad, hay que decir que también aparece con mucha más frecuencia la diabetes tipo 2, que hace 20 años era prácticamente inexistente entre los niños. Creo que todos los padres, todas las familias pueden ver, pueden observar el momento en que el niño empieza a tener más kilos que los demás niños. Es un momento en el que conviene acudir a un médico especialista en pediatría… Pero lo que es muy importante es generar esta cultura de prevención de la obesidad, percibir la obesidad como una verdadera enfermedad…».
La realidad de los últimos años es que cada vez más niños en Rumanía se enfrentan a problemas relacionados con el peso. A pesar de los datos y las estadísticas, todos, padres y sociedad, podemos implicarnos ahora y cambiar juntos los hábitos nocivos, podemos ofrecer a nuestros hijos una vida más sana y feliz.
Versión en español: Brigitta Pana