Los rumanos de la diáspora, sus hijos y la profunda necesidad de comprender quiénes somos
Los rumanos en la diáspora a menudo se enfrentan al choque cultural y temen perder su identidad nacional. Los expertos explican qué tipo de programas son necesarios para apoyar a los rumanos en su integración en las sociedades de acogida.
Iulia Hau, 11.06.2025, 13:05
La emigración es un choque cultural que muchos rumanos de la diáspora sienten agudamente. Un estudio sociológico publicado por el Departamento para los Rumanos en el Extranjero en 2023 mostró que los episodios de discriminación por motivos étnicos, así como el miedo a perder la identidad nacional, figuraban entre los riesgos y vulnerabilidades más importantes mencionados por los rumanos en la diáspora. Entre los rumanos de los países participantes en el estudio (es decir, España, Italia, Alemania, EE.UU., Reino Unido, Canadá, Israel, Francia, Austria y Bélgica), los rumanos del Reino Unido fueron los que con más frecuencia informaron de dificultades para integrarse en su país de acogida.
Alina Dolea, catedrática en la Universidad de Bournemouth (Reino Unido), lleva desde 2019 investigando las percepciones y emociones de los rumanos en el Reino Unido. Tras numerosas entrevistas y grupos de discusión, llegó a la conclusión de que los programas dedicados a los rumanos en la diáspora deberían estar dotados de competencias y habilidades de navegación intercultural.
«Programas de diáspora para ampliar nuestra comprensión de la cultura rumana, que es diversa. Nosotros también tenemos diversidad. Y centrarnos en las habilidades de negociación intercultural, porque hay un choque cultural. La migración es un choque cultural; aunque nos fuéramos a Italia, España, Alemania, Inglaterra… hay otras culturas, otros países, otra historia. Cómo puede chocarte que estés en Gran Bretaña y haya tanta diversidad, cuando Gran Bretaña es un antiguo imperio, tiene una historia de imperio, de colonialismo, y obviamente en cualquier escuela que vayas desde el primer día verás que hay muchas etnias, muchas lenguas habladas, muchas razas, al fin y al cabo. Pues si eso no se entiende desde el principio… eso es lo que tenemos que hacer. Tenemos que explicar mejor, tenemos que hacer una mejor educación sobre derechos y responsabilidades y sobre el país – educación cultural, recursos culturales, lo que significa la cultura rumana, lo que significa la cultura británica, cómo se formó. Tenemos que entender estas cosas».
La investigadora subraya el potencial de mejora de las escuelas de fin de semana en el plan de estudios británico que podrían diversificar sus actividades para incluir, por ejemplo, temas como la contribución de los rumanos (u otras nacionalidades) a la cultura británica. Además, insiste en la necesidad de programas culturales actualizados que sean más pertinentes para los jóvenes de hoy y que sirvan para reforzar un orgullo nacional sano basado en la comprensión de la diversidad.
«Todos los colegios británicos tienen días de celebración de la cultura nacional. Tienen Dipvali, tienen todos los festivales culturales o culturales-religiosos. Invitaron a mis hijos a venir a hablar de Rumanía ese día. Y mi hijo viene y dice: He investigado un poco en Google y lo primero que me ha salido es que los rumanos están entre los mayores bebedores de alcohol de Europa. ¿Entiendes? ¿Así que de eso se trata? Si hicieras un material «en pocas palabras» sobre Rumanía, de dónde viene, cuál es su cultura… vale, tenemos al príncipe Esteban el Grande, al poeta Mihai Eminescu, pero también tenemos otros símbolos de la cultura moderna, actual, así que no tiene por qué ser sólo cultura patrimonial… Sí, hablamos de la arquitectura de Rumanía, hablamos de monasterios, por supuesto, pero monasterios como parte de la UNESCO; y también tenemos en la UNESCO fortalezas y el Delta del Danubio, que es único… Quiero decir que hay tantas cosas de las que hablar».
En cuanto al tema de la identidad nacional, Alina Dolea sostiene que es importante explicar a los jóvenes rumanos criados en el extranjero que las fechas y las costumbres son también muy diversas; que Rumanía estuvo en la confluencia de tres imperios que dejaron su huella en cada una de las regiones históricas del país. También afirma que hay que ayudar a los jóvenes criados en la diáspora en su búsqueda natural de su propia identidad.
«Tenemos una diáspora principalmente de primera generación y ahora está surgiendo una segunda generación. Sí, los niños que están siendo escolarizados aquí en la diáspora: estos jóvenes que obviamente están en la adolescencia, buscando su identidad. Así que es un momento normal, después de todo, para hacerse preguntas. ¿Quién soy yo? Obviamente, cuando estás en la diáspora, la pregunta de quién soy resulta menos obvia. Pero, ¿soy rumano? ¿Soy británico, italiano, español, alemán? Quién soy también adquiere esta dimensión nacional. Al fin y al cabo, se trata de una negociación de la identidad nacional y la pertenencia a un grupo, lo cual, una vez más, es normal. Y no hacemos nada para ayudar a esta negociación. Lo que podría ayudar es este tipo de recurso cultural para explicar a los niños su propia historia. Cómo es Rumanía, más allá de estas narraciones idealizadas: un país lleno de riquezas, un país que tiene todas las formas de relieve… Pero más allá de eso, hay que explicar al niño que el país se formó en la encrucijada de tres imperios, que las influencias de los tres imperios han estado presentes desde entonces, y lo siguen estando hoy. Que, por ejemplo, hubo unas políticas de rumanización, que muchos grupos étnicos se fueron, que hay diversidad étnica en Rumanía, que hubo cuarenta y cinco años de comunismo y que durante los cuarenta y cinco años de comunismo hubo una política de rumanización. Y entonces todos los que eran diferentes u otros tuvieron que rumianizarse de forma acelerada».
La mayoría de las personas que participaron en el estudio cualitativo antes mencionado no quieren volver a Rumanía. Entre las razones se encuentran la dificultad de readaptarse a la vida en Rumanía y la percepción de la falta de un futuro mejor para sus hijos.