Desde Rumanía hacia el mundo: La Cobza, nuevo tesoro rumano en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO
La inscripción en la Lista Representativa destaca el valor artístico y cultural de la cobza, así como su función social.
Simona Sarbescu, 16.12.2025, 15:46
En la edición de hoy, os hablamos sobre un acontecimiento muy importante para nuestro país: el antiguo instrumento llamado Cobza, es nuevo tesoro rumano inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO
Rumanía está adquiriendo un nuevo reconocimiento cultural internacional: la cobza, un instrumento tradicional que define el folclore rumano, ha sido incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, tras una decisión tomada en Nueva Delhi. Esta distinción es el resultado de una solicitud conjunta de Rumanía y la República de Moldavia y confirma la importancia de la cobza para definir la identidad cultural, el valor del oficio de los lutieres y la continuidad de las tradiciones transmitidas de generación en generación.
La cobza, el instrumento con mayor tradición en las fiestas de nuestro país, ha sido incluida en la lista del patrimonio de la UNESCO. Este reconocimiento se produjo tras casi tres años de trabajo conjunto entre Rumanía y la República de Moldavia. Además, el éxito de la iniciativa tuvo un beneficio: han surgido nuevas comunidades de cobzadores. «La cobza es como una espina: no necesita fertilizantes ni agua. Es muy difícil controlarla», admite Bogdan Simion, un conocido artista y uno de los últimos de cobza en Rumanía.
La cobza se suma así a otros elementos rumanos ya incluidos en el patrimonio de la UNESCO, como la “ia cu altiță”, la “transhumanța” o la tradición de la “cría de caballos lipizzanos”. Aunque recientemente incluidas en la lista internacional, estas prácticas tienen profundas raíces y una historia centenaria en el territorio rumano.
Según su forma, la cobza parece ser una adaptación del laúd árabe u otomano. El nombre de la cobza puede provenir del turco qopuz. Otra variante de la etimología del nombre es que proviene del persa “kopuz” y fue inventado por el filósofo persa Maniqueo en el año 207 d.C.
Este éxito se debe al esfuerzo conjunto de maestros lutieres, escuelas folclóricas, artistas e instituciones culturales de Rumanía y la República de Moldavia, quienes han demostrado la importancia y relevancia de la cobza en la cultura contemporánea.
El evento tuvo lugar durante la 20.ª sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, celebrada en Nueva Delhi del 8 al 13 de diciembre de 2025. El elemento inscrito se titula «Cobza: Conocimientos, técnicas y música tradicionales» y se convierte en el undécimo elemento rumano reconocido oficialmente por la UNESCO. Este reconocimiento destaca la singularidad del sonido de la cobza, la maestría en su construcción, el arte de la interpretación y el papel de las comunidades que la han preservado como símbolo cultural.
Dumitrița Gliga, presidenta de la Comisión Parlamentaria para la Relación con la UNESCO, celebró este logro y enfatizó la necesidad de políticas coherentes para proteger el patrimonio y apoyar a quienes perpetúan esta tradición. «Este éxito nos reconecta con nuestras raíces y confirma la fuerza de la cultura rumana. Tenemos el deber de proteger y transmitir estos valores», declaró la mandataria rumana.
La cobza es un instrumento musical de cuerda pulsada de origen popular. Varios tipos de instrumentos de cuerda reciben este nombre. La cobza rumana está extendida en Rumanía y la República de Moldavia y pertenece a la familia del laúd. Tiene una caja de resonancia abovedada en cuyo frente se encuentran estrechas aberturas que crean un sonido seco y característico. La caja está hecha de arce y el frente, de abeto.
La cobza tiene cuatro grupos de cuerdas, generalmente dispuestos de dos en dos (también existen variantes de tres). Las teclas de madera, tradicionalmente llamadas «clavos», se han sustituido en algunos casos por mecanismos de guitarra o mandolina para lograr una afinación más estable.
La cobza se utiliza principalmente para acompañamiento y con menos frecuencia como instrumento solista. El período de las décadas VI-IX del siglo XX fue, sin embargo, uno de grandes búsquedas musicales, con una generación de virtuosos de este instrumento. Recordamos, entre los que desarrollaron la cobza como instrumento de acompañamiento y solista, a Ion Zlotea, Marin Cotoanță, Ion Șerban, Ion Păturița.
La inscripción en la Lista Representativa destaca el valor artístico y cultural de la cobza, así como su función social. Forjada por artesanos locales y utilizada como instrumento musical fundamental, junto con el violín, en comunidades rurales y urbanas por intérpretes de diferentes generaciones, la cobza contribuye a la cohesión comunitaria, a la transmisión del repertorio musical tradicional y a la consolidación de la identidad cultural. El hecho de que cada vez más mujeres y niñas toquen este instrumento también marca una evolución significativa en términos de igualdad de género y diversidad en el ámbito artístico.
La inscripción reconoce no solo la sonoridad de la cobza, sino también la artesanía de su fabricación, las técnicas de interpretación y el papel de las comunidades que la han preservado como símbolo de identidad y expresión de profundo significado social.
Utilizada a lo largo de los siglos en danzas, ceremonias y bodas, la cobza recibe hoy el reconocimiento internacional que merece, convirtiéndose en otro embajador del patrimonio cultural de Rumanía.