«Teatro del Futuro»: laboratorio de investigación teatral
H.O.T. Collective presenta «El Teatro del Futuro», un proyecto de investigación teatral interdisciplinario que explora las inquietudes relacionadas con el futuro y las incertidumbres del mundo contemporáneo. El espectáculo, fruto de un largo proceso de talleres, tutorías y clases magistrales internacionales, plantea una reflexión escénica acerca de si aún es posible un futuro para la juventud.
Ion Puican, 20.12.2025, 11:29
La compañía de teatro H.O.T. Collective estrenó la función Teatro del Futuro en diciembre. Esta representación forma parte de un proyecto de investigación teatral que explora nuevas formas de creación interdisciplinaria y colaborativa en el teatro contemporáneo.
El proyecto fue concebido como un laboratorio artístico dedicado a los artistas emergentes, que tiene como objetivo responder a la pregunta: «¿Cómo será el teatro del futuro?». Hablamos sobre el tema del proyecto y sus componentes artísticos, psicológicos y emocionales con la actriz Denisa Dutcovschi:
«Me gustaría que este espectáculo tuviera un impacto positivo y alentara a los artistas a crear sus propias obras teatrales, sus propios entornos de trabajo en los que puedan formar equipos y construir cosas juntos. Desde mi punto de vista, el trabajo colectivo facilita mucho el proceso, y el encuentro entre varias visiones puede generar formas artísticas mucho más interesantes y más potentes. Además, creo que es necesario elaborar propuestas artísticas relevantes para los tiempos que vivimos, actuaciones que reflejen la realidad y la cuestionen… En primer lugar, nos ayudan a conocernos entre nosotros y a poder hablar sobre lo que nos interesaría destacar y qué problemas deberíamos abordar en la representación. De algún modo, al ser un proceso de teatro elaborado, ya no fuimos solo simples actores, sino actores que generaban material. Hacíamos improvisaciones de larga duración que duraban hasta dos horas y con diferentes temas que resolver durante la improvisación. Surgían todo tipo de escenas que también se han presentado en la función».
El tema central de la obra es la ansiedad relacionada con el futuro, sentida de manera aguda por la joven generación. La idea de esta representación surgió en un laboratorio interdisciplinario. ¿Cómo influyó esto en el proceso de creación y cuál fue el hilo dramático que unió la narrativa fragmentada de esta propuesta artística? De nuevo, Denisa Dutcovschi:
«Creo que voy a responder con una frase de la actuación. Aparece justo al principio, y dice: “para que podamos imaginar un teatro del futuro, deberíamos imaginar un futuro”. Nosotros nos dimos cuenta de que es muy difícil imaginar un futuro y creo que ustedes también pueden hacer este ejercicio. Cuando lo hicimos, surgieron muchas variantes, pero de alguna manera ninguna parecía posible y ello nos resultó llamativo. Esto es lo que quisimos explorar en nuestra actuación, la búsqueda de un futuro posible o incluso imposible, de alguna manera, cuestionando el futuro en sí. Y creo que por eso también es un tema relevante para el público. Porque el Teatro del Futuro de alguna manera ofrece la oportunidad de no ser pasivos ante el futuro, sino de pensarlo, de cuestionarlo. Y tal vez, por qué no, de cambiarlo… Nosotros generamos mucho material, y en un momento comenzaron a aparecer frases relacionadas con el futuro imaginado por Chéjov, quien era un dramaturgo ruso de finales del siglo XIX. Y a nosotros nos pareció extremadamente interesante el hecho de que ese futuro imaginado por él en ese entonces es prácticamente el presente que vivimos. Él empleaba frases del tipo “Cómo me imagino mi vida dentro de 200… 300 años”. Y eso nos pareció muy fuerte, porque, de manera paradójica, en el proceso de trabajo nos resultaba aparentemente más fácil relacionarnos con frases de Chéjov que imaginar nosotros mismos un futuro. Así fue como llegamos a recurrir a un pasado para poder construir una perspectiva sobre el futuro… El espectáculo no propone una estructura clásica, es decir, no sigue un solo hilo narrativo. Al contrario, pone en primer plano una multitud de temas y problemas, precisamente para dar al público la libertad de construir sus propios vínculos, hacerse preguntas y encontrar sus propias respuestas. Esto me parece muy hermoso, porque las respuestas nunca pueden ser idénticas, ya que cada espectador trae su propio universo interior… incluso el hecho de que la acción se desarrolla a menudo en varios planos al mismo tiempo, a veces incluso tres simultáneamente. Todo esto hace que la representación sea de alguna manera viva, dinámica y que te mantenga de alguna manera en tensión, sin permitir que te aburras».
El Teatro del Futuro funciona como un «laboratorio vivo», en el que se prueban y documentan métodos de trabajo interdisciplinarios, para luego ser difundidos mediante presentaciones públicas, talleres universitarios y materiales educativos.
Para el mundo del teatro, para los profesionales, el proyecto tiene como objetivo construir un modelo replicable de creación artística independiente, contribuyendo al desarrollo de una nueva generación de creadores en el teatro experimental rumano. Para el público en general, ¿cuál es el mensaje con el que quieren que los espectadores se queden después de la función?
«No creo que la obra proponga un mensaje explícito. Más bien, abre un espacio en el que cada espectador está invitado a construir su propio significado. Y esta libertad de interpretación es, en mi opinión, un mensaje en sí mismo. Que el futuro, al ser un concepto abstracto, empieza desde el presente. Y por eso se vuelve esencial, me parece a mí, relacionarnos con nuestras acciones de ahora como gestos que pueden tener consecuencias reales sobre lo que vendrá. Incluso en este contexto en el que, cito de la representación: “la felicidad no es para nosotros y quizás nunca lo será”. Sigue siendo necesaria esta idea de continuar. Cito de nuevo: “debemos vivir y trabajar”. Y cuando digo esto, no lo digo como una resignación, sino como una forma de responsabilidad hacia el futuro que estamos construyendo, consciente o inconscientemente».
Versión en español: Mihaela Stoian