Rumanía y la ayuda humanitaria a los países emergentes
La Rumanía socialista también entró en el «Tercer Mundo», como se denominaba al Sur Global, a partir de la década de 1970. Es bien conocida la política de Ceaușescu de apertura al continente africano, a los países socialistas o a movimientos comunistas.
Steliu Lambru, 09.10.2023, 11:09
Uno de los grandes procesos posteriores a la Segunda
Guerra Mundial fue la descolonización del mundo. Las metrópolis se vieron
obligadas a reconocer el estatus independiente de las antiguas colonias y las
relaciones entre ellas continuaron desde nuevas posiciones. Pero también desde
los países socialistas empezó a surgir la voluntad de apoyar a los países de lo
que hoy se llama el «Sur Global», América Latina, África, Asia y Oceanía, en nombre
del nuevo humanismo. En las relaciones entre los antiguos y los nuevos Estados
formados a partir de antiguas colonias, la ayuda humanitaria fue una de las
formas de apoyo más extendidas. Pero no es menos cierto que la ayuda y el apoyo
representaban tácitamente los intereses de quienes los ofrecían.
La Rumanía socialista también entró en el «Tercer Mundo»,
como se denominaba al Sur Global, a partir de la década de 1970. Es bien
conocida la política de Nicolae Ceaușescu de apertura al continente africano, a
los países socialistas o simpatizantes del socialismo en Asia y a los
movimientos comunistas en América Latina. La historiadora Mia Jinga, del
Instituto para la Investigación de los Crímenes del Comunismo y el Exilio
Rumano, forma parte de un proyecto más amplio que estudia la política mundial
de Rumanía desde los años sesenta hasta los ochenta.
«¿Cuál fue la ayuda
humanitaria proporcionada por Rumanía? Hemos utilizado un método para examinar
todos los niveles posibles de ayuda humanitaria, empezando por la clásica ayuda
humanitaria de emergencia. En principio, se trata de eso, de ayuda de
emergencia en caso de catástrofes naturales: sequía, inundaciones, terremotos y
otras. Pero no sólo Rumanía, sino también los demás países del bloque del Este
y los países occidentales han aplicado otras formas de ayuda: ayuda a la
población en zonas de conflicto o campos de refugiados, ayuda material y
militar proporcionada a diversos movimientos de liberación y partidos
comunistas. En realidad, la mayor parte del dinero iba a parar allí a través de
becas para estudios preuniversitarios y universitarios y prácticas,
conocimientos especializados y equipamiento, apoyo a proyectos de desarrollo».
En 1979, Rumanía ayudó a países emergentes de tres
continentes: Perú, Martinica, República Dominicana, Nicaragua y México en
América; Benín, Etiopía, Sudán, Burundi, Mozambique, Senegal, República
Centroafricana, Mauritania, Cabo Verde, Namibia y Guinea-Bissau en África;
Yemen y Líbano en Asia. Mia Jinga señaló que a menudo se combinan la ayuda
humanitaria y el apoyo que persigue intereses políticos. Por ejemplo, Rumanía
apoyó activamente a la marxista-leninista Unión Popular Africana de Zimbabue
(ZAPU), que participó en la guerra civil de Rodesia entre 1964 y 1979.
«En cada uno de
estos niveles, si se mira con atención, hay otros tipos específicos de
acciones. Por ejemplo, en caso de catástrofes naturales, la ayuda consiste
principalmente en alimentos básicos, ropa, medicamentos y ayuda médica.
Después, en función de las necesidades, se diversifica hacia los demás. Entre
la multitud de acciones, elegí las de los activistas de la ZAPU, que me
parecieron las más interesantes. En 1979 se destinaron a esta organización unos
9,5 millones de leus, mientras que el importe medio de otra acción era de
250.000 leus. La discrepancia era enorme».
Mia Jinga también explicó el mecanismo a través del cual
Rumanía proporcionaba ayuda a los países emergentes.
«Me fijé en cómo se
llevaba a cabo este proyecto de ayuda humanitaria, dónde empezaba y dónde
terminaba. ¿Era una iniciativa del Estado rumano o, por el contrario, era el
beneficiario el que pedía la ayuda? En todos los casos, al menos en los que he
encontrado hasta ahora, la ayuda se concedió tras una petición formal enviada a
un alto nivel. La solicitud procedía de un dirigente conocido del partido o
movimiento en cuestión, posiblemente tras una reunión con Nicolae Ceaușescu, o
tras una visita o reunión en el extranjero. Al recibir una solicitud de este
tipo, la Sección de Relaciones Exteriores del Comité Central del Partido
Comunista de Rumanía redactaba una nota en la que justificaba si aprobaba o
rechazaba la solicitud. La justificación también incluía un breve historial de
las relaciones de ayuda humanitaria con el beneficiario, las cantidades de cada
año, si había habido ayudas anteriores, lo bien o mal que se había utilizado la
ayuda y los problemas diplomáticos que pudieran surgir como consecuencia de la
ayuda. Hubo muchas situaciones en las que Rumanía habría ayudado, pero el
contexto político internacional del momento era tal que la respuesta fue
negativa. En todos los casos, Nicolae Ceaușescu tenía la última palabra. Hay
casos en los que, como en Vietnam, se les dio luz verde. Pidieran la cantidad
que pidieran, se la daban. En un momento dado, Nicolae Ceaușescu viene y dice
que Rumanía lleva ya 10 años ayudando a Vietnam, y pide a los vietnamitas que
se pongan manos a la obra, que se pongan a trabajar».
La Rumanía socialista, al igual que los demás Estados
socialistas, tenía una política de ayuda diferenciada a los países emergentes. Los archivos
revelan tanto los éxitos como los fracasos de diversos proyectos, siendo África
el continente privilegiado en lo que
respecta a la visión de la política global de la Rumanía de Ceaușescu, un
continente que Ceaușescu visitó en numerosas ocasiones.
Versión en español: Antonio Madrid