¡El Día de Rumanía, en la escuela!
A principios del mes de diciembre se celebra el Día de Rumanía. Hemos visitado una escuela de Fălticeni, donde cientos de niños anticiparon esta fiesta a través de varias actividades preparadas con mucho ánimo por una maestra de buen corazón. Sabina Dulgheriu, maestra en la Escuela Secundaria Ion Irimescu de Fălticeni, nos ha contado cómo se celebró el Día de Rumanía por adelantado:
Ana-Maria Cononovici, 06.12.2022, 11:09
“Aunque el 1 de diciembre los niños no van a clase, al ser día festivo, nunca hemos perdido el entusiasmo de esta fiesta, y cada año hemos organizado todo tipo de actividades uno o dos días antes, para que los niños puedan sentir, amar y disfrutar de esta fiesta rumana.
Sabina Dulgheriu ha afirmado que siempre intenta animar y emocionar a los niños a través de las actividades organizadas con motivo del 1 de Diciembre, y también intenta enseñarles cosas nuevas, para que ellos relacionen este día con una gran alegría, con la alegría de ser rumano:
“La empatía del evento se vive de otra forma en la escuela, y creo que es aún más fuerte porque los actores principales en las actividades dedicadas al Día Nacional son los niños mismos y, evidentemente, cuando uno participa de forma activa y se dedica totalmente a los talleres o a las clases cuyo tema es el 1 de Diciembre, cualquier emoción, sentimiento, deseo y alegría se duplica. Por ello yo, como maestra, también espero con muchas ganas celebrar junto con mis alumnos el Día de Rumanía en la escuela y siempre he intentado llegar a su alma.
Sabina Dulgheriu ha añadido lo siguiente:
“Creo que han pasado ya 5 o 6 años desde que organizo con mi grupo de estudiantes, alrededor del 1 de diciembre, una exposición de objetos antiguos, objetos típicos. Quiero decir que tampoco durante la pandemia renunciamos a esta exposición y la organizamos en línea. Mi mayor alegría ha sido la de ver que cada año mis niños traen cada vez más objetos valiosos, objetos muy antiguos y también conocen las historias que hay detrás de estos objetos. Y es fascinante escuchar a un niño de 8 años contar la historia de la lámpara de gas que iluminaba la habitación de sus abuelos durante las largas noches de invierno, ver que sabe lo que es un recipiente para guardar el queso u otros recipientes. Esto muestra que los padres de estos niños aman y sienten como un verdadero rumano. Y hay que destacar que los padres son muy jóvenes. Creo que esto nos da la esperanza de no perder la belleza, los valores y las costumbres.
Con la emoción de los recuerdos de su propia infancia, Sabina Dulgheriu anima a los niños a valorar las tradiciones rumanas. Por lo tanto, con motivo del Día de Rumanía, se organiza la exposición “Drag de România (“Amor por Rumanía), que este año ha incluido más de 100 objetos:
“El pedestal del aula estuvo lleno y hubo objetos de más de 100 años de antigüedad. Tuvimos todo tipo de recipientes, objetos de madera, algunos objetos procedentes del telar, porque no se pudo traer todo al aula. Tuvimos una pañoleta de seda muy antigua y muy fina. A mí también me sorprendió lo que trajeron los niños. Además de esta exposición, que fue una de las primeras actividades, este año también ha participado una artista local, la señora Mihaela Ursache, quien ha ayudado a los niños a dar un toque personal a un objeto, un imán de nevera en forma de Rumanía.
Por lo tanto, Sabina Dulgheriu ha cumplido una vez más con su deber:
“Soy una maestra que consigue llegar al alma de los niños. Al preguntarles hoy, por ejemplo, qué fue lo que más les gustó durante los dos días de preparación para el Día de Rumanía, han dicho que fue el hecho de llevar trajes típicos, porque durante dos días dejaron de llevar uniforme. Les gustó que pudieron pensar libremente, que las mesas estaban colocadas de otra forma en el aula, que tuvieron invitados, se lo pasaron muy bien y fueron verdaderos pequeños rumanos. ᵢFeliz día nacional a todos los rumanos y esperemos que la historia de Rumanía siga siendo tan linda como la conocemos!
También se organizó un Master Chef Rumanía para los niños que trajeron pasteles preparados según las recetas de sus abuelas y, por supuesto, todos los participantes ganaron.
Versión en español: Monica Tarău