Las organizaciones no gubernamentales de Rumanía quieren que el feminicidio sea reconocido, por ley, como una forma distinta de delito.
Después de que el partido comunista tomara el poder el 6 de marzo de 1945, con la ayuda directa de la Unión Soviética, el plan para cambiar radicalmente Rumanía también incluía la cultura. La nueva cultura socialista no era para nada libre, sino todo lo contrario, era violenta y represiva, y censuraba brutalmente el presente y, sobre todo, el pasado. Así, en las bibliotecas públicas rumanas se crearon fondos secretos en los que se reunieron libros, folletos y publicaciones prohibidas, la gran mayoría de los cuales habían aparecido antes de 1945-1948.
El domingo se celebraron en varias ciudades de Rumanía marchas de solidaridad con las mujeres y niñas que viven cada día con el miedo a la violencia.
Los casos de feminicidio en Rumanía están aumentando de forma alarmante.
Los diputados rumanos han endurecido las penas por golpes u otros actos de violencia.
Los rumanos confían cada vez menos en la prensa y las redes sociales se están convirtiendo en sus principales fuentes de información. En este contexto, la Gala Superscrieri, el único evento anual que premia el periodismo en lengua rumana, es una oportunidad para reconocer la labor de quienes están detrás de la prensa.
Miles de personas han pedido al Gobiern rumano que tome más medidas para proteger a las mujeres.
Lo más destacado de la actualidad, avance 10.02.2025