Rumanía auténtica, 5 viajes imprescindibles
Hoy descubrimos la auténtica Rumanía a través de un viaje por cinco de las zonas naturales más espectaculares.
Daniel Onea, 09.10.2025, 17:51
Hoy descubrimos la auténtica Rumanía a través de un viaje por cinco de las zonas naturales más espectaculares. Nuestro guía, Dan Dinu, es el fundador de la Organización de Fotógrafos de Naturaleza de Rumanía. Su perspectiva no es la de un simple visitante, sino la de un explorador que busca la esencia salvaje y auténtica de los lugares que recorre desde hace años. Nuestro viaje comienza en un lugar donde la fuerza del agua se encuentra con la grandeza de las montañas: el Parque Natural de las Puertas de Hierro (Parcul Natural Porțile de Fier, en rumano).
Aquí, en las Calderas del Danubio, el paisaje adquiere proporciones monumentales. La ascensión de unos 40 minutos hasta el mirador de Ciucarul Mare se ve recompensada con una panorámica que deja sin aliento. Dan Dinu describe este cuadro como un espectáculo geológico comparable al de los famosos fiordos noruegos.
«Lo que ocurre allí, en las Puertas de Hierro, es algo absolutamente mágico. El Danubio se encuentra con los Cárpatos. Todos sabemos que el Danubio nace en los montes de la Selva Negra. Pero lo que quizá sea menos conocido es que vuelve a encontrarse con los Cárpatos en algún lugar cerca de Viena. Aquí se vuelven a encontrar, formando un paisaje absolutamente fabuloso para Rumanía. Y, al mismo tiempo, un paisaje algo atípico para Rumanía. Ese lugar es casi comparable a los fiordos noruegos. Es realmente un lugar espectacular. Y creo que cualquiera que llegue allí tiene una sensación interesante después de este encuentro mágico entre el Danubio y los Cárpatos».
Desde la grandeza del agua, el viaje se traslada al corazón de piedra de los Apuseni, en la zona de Padiș, un territorio dominado por los fenómenos kársticos más amplios del sudeste de Europa. Aquí, la principal atracción es el complejo de Cetățile Ponorului, un conjunto de enormes dolinas que parecen sacadas de otro mundo. El fotógrafo Dan Dinu está fascinado por la dinámica del agua en este universo subterráneo, un circuito casi mágico en el que los manantiales aparecen y desaparecen, modelando sin cesar la roca.
«El Parque Natural Apuseni es interesante porque es la zona con más fenómenos kársticos del sudeste de Europa. El fenómeno es especialmente interesante en la zona de Cetățile Ponorului. Se trata de enormes dolinas que se formaron por el derrumbe de algunas cuevas. Estas forman un paisaje absolutamente interesante desde el punto de vista kárstico. Básicamente, el agua en la zona de Padiș entra y sale muchas, muchas veces del subsuelo. Es la zona de Izbucul Ponor, de donde sale el agua. Luego llega a Poiana Ponor, donde desaparece bajo tierra. Después, aparece en algún lugar de Cetățile Ponorului, vuelve a entrar en el subsuelo y sale en algún lugar de Cheile Galbenei, por ejemplo. Y solo siguiendo este periplo del agua por el subsuelo nos damos cuenta de lo fascinante que puede ser la naturaleza. Y de lo mucho que construye. Aunque este efecto solo se vea después de decenas de miles de años».
La siguiente parada es en el Parque Nacional Piatra Craiului, santuario de los símbolos alpinos de Rumanía. Aquí, en las crestas calcáreas, se pueden admirar las flores de las nieves, pero también la cabra negra. El fotógrafo Dan Dinu destaca la accesibilidad de este espectáculo natural y recomienda una ruta que parte de Plaiul Foii hacia la zona de Marele Grohotiș, que ofrece una perspectiva de la grandeza del macizo sin necesidad de tener la experiencia técnica necesaria para recorrer la cresta. El encanto del lugar reside en su fauna y flora únicas.
«Sin duda, lo más fácil, no necesariamente como ruta turística, sino como acceso al fascinante mundo de las cumbres montañosas, es ir al Parque Nacional Piatra Craiului. Lo bueno de Crai es que allí no se caza, ya que es un parque nacional. Los turistas son más educados. La cabra negra se ha vuelto muy accesible. Las cabras negras se acercan bastante a los turistas, no se asustan. Así que, prácticamente, podemos observar su comportamiento. Y, además de las flores de las nieves que también se pueden encontrar allí, encontramos otras flores poco comunes. Encontramos la amapola amarilla de montaña, que solo vive en la zona de pedregales. Y encontramos el clavelito de Piatra Craiului, una flor única. Solo se puede encontrar en este macizo montañoso».
Cambiando completamente de registro, pasando de la dureza de las rocas a la delicadeza de los prados, nos dirigimos hacia las colinas de Transilvania. En la zona de la meseta de Hârtibaci, encontramos un área cultural de excepcional valor europeo. Lo que parece ser un cuadro pastoral habitual es, en realidad, uno de los hábitats más amenazados del continente, un tesoro que Rumanía aún conserva gracias a las prácticas agrícolas tradicionales. El valor de estos lugares lo explica detalladamente el fotógrafo Dan Dinu.
«Estas praderas nos parecen algo comunes, porque las vemos con relativa frecuencia en estas zonas y las conocemos de alguna manera. Sin embargo, poca gente sabe que se encuentran entre los paisajes más amenazados de Europa en lo que respecta a la naturaleza, especialmente a la flora. Y eso es porque, aunque existían en el pasado en varios países, a medida que se construyeron pueblos y se desarrolló la agricultura, desaparecieron de allí. Rumanía todavía las conserva porque en estas zonas seguimos practicando la agricultura tradicional. De hecho, es interesante que estos prados hayan aparecido y se hayan mantenido gracias a la intervención humana. La condición es que segamos estos prados todavía a mano o con medios motorizados, pero muy pequeños. De este modo, permitimos que estos prados tengan esta diversidad florística».
El viaje termina en una zona donde el tiempo parece haberse detenido: un bosque virgen en Maramureș, en Strâmbu-Băiuț. Rumanía posee aproximadamente el 65 % de los bosques vírgenes que quedan en la Unión Europea. Aquí comprendemos la complejidad de un ecosistema.
«He visto uno de los bosques vírgenes más espectaculares que he encontrado en Rumanía. Allí, todo te sorprende de una manera positiva. Desde los árboles centenarios que crecen junto a los brotes jóvenes. Desde el olor a humedad, a hongos, a tierra, hasta la vista panorámica que se tiene. Allí se puede ver una diversidad muy espectacular entre los árboles. Hay hayas centenarios, pero también abetos centenarios, lo cual es muy interesante. Y todo se comunica en ese bosque, especialmente a través del micelio, a través de los hongos que se encuentran en el suelo. Hay un dicho muy interesante: madera muerta, bosque vivo. Básicamente, sin esa madera muerta, no se puede tener un bosque vivo. Porque la madera muerta es la base de toda la cadena trófica de un bosque de este tipo».
A través del objetivo del fotógrafo Dan Dinu, la Rumanía turística se convierte en una colección de experiencias profundas. Desde la espectacular geología de las Calderas del Danubio hasta la misteriosa hidrografía de los Apuseni, desde los símbolos alpinos de Piatra Craiului hasta la cultura pastoral de Transilvania y los ecosistemas primordiales de Maramureș, cada lugar cuenta una historia única.
Versión en español: Monica Tarău