En el verano de 1930, ascendió al trono de Rumanía el rey Carlos II, el primer hijo de los creadores de la Gran Rumanía, el rey Fernando I y la reina María.
En el verano de 1930, ascendió al trono de Rumanía el rey Carlos II, el primer hijo de los creadores de la Gran Rumanía, el rey Fernando I y la reina María. Carlos II fue el rey rumano más controvertido, tenía cualidades de líder y en los años en que gobernó Rumanía se llevaron a cabo importantes reformas. Sin embargo, su carácter y comportamiento difícil en general impidieron que tanto él como su reinado estuvieran a la altura de sus predecesores.
El rey Carlos II nació el 15 de octubre de 1893 en Sinaia, la residencia de los reyes de Rumanía. Participó en la Segunda Guerra de los Balcanes en 1913 y en la Primera Guerra Mundial. De carácter aventurero y extremadamente vanidoso, Carlos II renunció dos veces al trono de Rumanía, en 1918 y en 1925. En 1920, nació su primer hijo de su matrimonio con Ioana Lambrino, matrimonio contraído en secreto sin la aprobación del Parlamento rumano. Después de su divorcio de Lambrino, se casó con la princesa Elena de Grecia. De este matrimonio nació en 1921 un único hijo, el futuro rey Miguel I.
En 1927, a la muerte de su padre, Carlos estaba en el exilio y una regencia gobernaba Rumanía en nombre de su hijo menor. En 1930 regresó al trono, convocado por la clase política rumana. Gobernó Rumanía por más de una década y logró transformar el país. Entre otras cosas, durante su reinado se realizó la gran sistematización de Bucarest, se construyó el Palacio Real, comenzó a funcionar la famosa institución cultural de las Fundaciones Reales.
El jurista Radu Boroș, doctor en el Instituto de Derecho Aéreo en Königsberg (Alemania), ocupó varios cargos en la aeronáutica rumana en la década de 1930. En una entrevista de 1995 concedida al Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, Boroș destacó el papel que tuvo el rey Carlos II en impulsar el desarrollo de la aeronáutica en Rumanía.
"Quisiera decirles que para mí, el rey Carlos II es un gran rey. Y si los rumanos lo hubieran entendido, habríamos realizado muchos más progresos. Todo lo que se hizo desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la Segunda Guerra Mundial, todo lo que se hizo en el país, en la industria, en la administración y en otros sectores fue lo que él quiso, patrocinó e impuso. Cuando vino a Rumanía, desde el punto de vista de la aviación, no existía nada. Nosotros, durante la Primera Guerra Mundial, teníamos pocos aviadores y globos cautivos. Luego, llegamos a centrarnos más en los globos cautivos que en la aviación de caza o bombardeos. El rey decidió desarrollar la aviación militar e impuso la creación de la fábrica I.A.R. Brasov, donde también realizamos un avión de combate, I.A.R. 14, que, en su momento, en los años 37 y 38, era uno de los mejores aviones de combate. El rey Carlos II se dio cuenta de que Rumanía necesitaba desarrollar también la aviación civil porque la aviación se iba a convertir en un importante medio de transporte. Así que decidió crear una compañía rumana de transporte aéreo, completamente rumana. Hasta la creación de esta sociedad rumana, el país participó con Francia en la Sociedad franco-rumana."
Sin embargo, el soberano también tenía grandes defectos que afectaron el funcionamiento del Estado y la posteridad de su reinado. Se rodeó de personas de mala influencia, codiciosas y de una amante versada. En el plano externo, el rey rumano trató de equilibrar la política, pero sin mucho éxito. Radu Lobei fue el jefe del Servicio de Seguridad del rey y en 1994 recordó las visitas que el soberano hizo en 1938 a Francia, Gran Bretaña y Alemania.
"En 1938, en noviembre, acompañé al rey a Londres. Tenía un calendario previamente establecido por el primer ministro Armand Călinescu, con indicaciones diarias, lo cual era difícil de lograr porque la Corte de Inglaterra no quería recibir a Carlos. E incluso las autoridades francesas habían condicionado que la señora Lupescu no viajara a Francia. Y, por supuesto, que el día después de la llegada del rey Carlos, llegó también la señora Lupescu, pero no se alojaron en el mismo hotel. Realizamos la visita a París, luego fuimos a Londres, donde nos quedamos durante casi 10 días. Volvimos a París y teníamos que volver al país, ese era el programa establecido. Sin embargo, una mañana, no recuerdo exactamente la fecha, probablemente el 9 de noviembre, al llegar al hotel Meurice donde se alojaba el rey, me dijo que había decidido ir a Berchtesgaden para visitar al canciller Hitler ¡sin horario previamente establecido! Se me cayó el cielo encima. Estas visitas se habían establecido y acordado con tanta dificultad para que el rey recuperara las buenas relaciones con los países occidentales y él quería reunirse con Hitler... Había sido muy difícil organizar estas visitas. Sobre todo en Inglaterra fue terrible."
En 1940 se produjo el desastre. Fue el año en que Rumanía perdió territorios que había obtenidos con grandes sacrificios al final de la Primera Guerra Mundial: Besarabia, Bucovina del Norte, Transilvania del Norte y el Cuadrilátero. En septiembre de 1940, Carlos II dejó sin gloria el trono de Rumanía y volvió al exilio con su amante Elena Lupescu y algunos amigos cercanos. Murió el 4 de abril de 1953 en Estoril, Portugal. En su funeral estuvieron presentes sólo unos pocos amigos cercanos, entre ellos su hermano Nicolás.
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