Desde Rumanía hacia el mundo: Costumbres y tradiciones rumanas de verano
En el folclore rumano, el término "Rusalii" se refiere a seres míticos, "hadas" o "iele", asociadas con el verano y las aguas. Las Rusalii suelen describirse como hermosas, pero también pueden ser peligrosas.
Simona Sarbescu, 11.06.2025, 14:19
Las antiguas leyendas dicen que las Iele o Rusalii son seres fantásticos que surcan el aire y pueden robar la mente de las personas si no respetan este día. Andan vestidas de blanco, y los lugares donde danzan permanecen quemados y estériles.
En Rumanía, la fiesta de RUSALII, también conocida como la Llegada del Espíritu Santo o Pentecostés, es una festividad cristiana que se celebra 50 días después de Pascua, siempre en domingo. Esta festividad conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la Virgen María y se considera el nacimiento de la Iglesia. En la tradición cristiana, Pentecostés conmemora el momento en que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, un acontecimiento crucial que simboliza el nacimiento de la Iglesia cristiana. La fecha exacta de Pentecostés cambia cada año, fijándose 50 días después de la Pascua, lo que significa que ocurre a finales de mayo o principios de junio.En algunas zonas se dice que si hace buen tiempo en Pentecostés, todo el verano será hermoso y fructífero.
En el folclore rumano, el término «Rusalii» se refiere a seres míticos, «hadas» o «iele», asociadas con el verano y las aguas. Las Rusalii suelen describirse como hermosas, pero también pueden ser peligrosas, ya que se asocian frecuentemente con la muerte. La costumbre tiene sus raíces en los acontecimientos narrados en el Nuevo Testamento, cuando los apóstoles comenzaron a hablar en varios idiomas gracias al poder del Espíritu Santo.
Además, es un período importante en las tradiciones rumanas, en el que se celebran rituales por los difuntos y la gente acude a la iglesia y realiza peregrinaciones.
Otras tradiciones y costumbres también se asocian con la celebración de Rusalii, las cuales difieren de una región a otra. La gente decora sus hogares con ramas de tilo, nogal, álamo o roble para alejar el mal y las enfermedades. Las ramas de tilo tienen un simbolismo especial en esta festividad: se cree que protegen los hogares del granizo o de los malos espíritus de las hadas. Los jóvenes las traen del bosque, tras lo cual se santifican en la iglesia, y los creyentes las llevan a casa y las colocan en iconos.
Las ramas de tilo, saúco o zarzamora santificadas en Pentecostés se utilizan como medicina durante el resto del año. En la tradición popular, se dice que solo hasta la fiesta de Sânziene las plantas tienen poderes curativos.
En algunas regiones, se baila el «Jocul Căluşarilor». La “Danza Călușarilor” es una costumbre popular relacionada con Pentecostés. El ritual de Căluș tiene múltiples funciones: curación, además de fertilidad y fecundidad. En Transilvania, la costumbre de rociar a las esposas es muy popular: se las rocía con agua fresca para brindarles belleza y salud. Hoy en día, el agua se ha sustituido por perfume.
No se lava la ropa, ni se limpia la casa ni el jardín. Tampoco se va a lugares desiertos, cerca de pozos o bosques, para evitar encontrarse con malos espíritus.
El sábado anterior a Pentecostés, se comparten ollas de barro con platos de limosna: pan, coliva, cerezas, vino, etc.
Platos tradicionales de Pentecostés en Rumanía
En Pentecostés, se comen ciertos platos tradicionales, desde sărmăluțe en hojas de parra, hasta sopa con verduras y crema agria o arroz con leche, que se prepara el sábado anterior, durante las vacaciones de verano.
En Pentecostés, es la última vez que se puede preparar pască; este plato no se prepara hasta el año siguiente, en Pascua.
La Pasca de Pentecostés es la misma que la de Pascua: una masa dulce de cozonac rellena de queso dulce y pasas.
En algunas zonas se dice que quien no observe la fiesta de Pentecostés será castigado por las hadas Rusalii. Tampoco es bueno discutir o pelear con alguien en Pentecostés.
Además de su significado religioso, Pentecostés también ha influido en diversas tradiciones culturales de Europa.
Por ejemplo, se asociaba con costumbres y celebraciones populares. En algunas regiones, el día comienza con la bendición de hogares y campos. En otras, incluye festividades comunitarias como bailes y cantos.
La importancia de la fiesta ha evolucionado a lo largo de los siglos, pero sigue siendo un aspecto central del culto cristiano y del patrimonio cultural.