Ada Kaleh, la isla que está bajo las aguas
Ada Kaleh estuvo en la frontera entre dos mundos y entre dos países, en la frontera entre el Imperio otomano y el Imperio austríaco. Era un punto fronterizo cuyo control era reclamado por ambos imperios.
Steliu Lambru, 12.09.2022, 10:27
El pensamiento utópico es propio del ser humano y la gente siempre ha intentado estar tanto dentro, como fuera del mundo. La gente piensa que la sociedad es algo positivo, pero también algo negativo, que provoca infelicidad. Por esto, los escritores, los filósofos, los pensadores sociales e incluso la gente común han intentado muchas veces imaginar un espacio cerrado, que mantenga al individuo a salvo de todo el mal del mundo exterior.
Un lugar de este tipo es, en la cultura rumana, la isla Ada Kaleh. Con un existencia lo suficientemente reciente como para ser documentada a través de la historia oral y con una historia tangible a través de fuentes escritas, Ada Kaleh no fue una utopía. Se convirtió en una después de haber desaparecido en las aguas del Danubio en 1970, después de que la central hidroeléctrica de las Puertas de Hierro I empezara a funcionar. Al ser un proyecto conjunto extremadamente ambicioso de Rumanía e Yugoslavia, la central de las Puertas de Hierro exigió grandes esfuerzos financieros y sacrificios respecto al hábitat humano.
Ada Kaleh estuvo en la frontera entre dos mundos y entre dos países, en la frontera entre el Imperio otomano y el Imperio austríaco. Era un punto fronterizo cuyo control era reclamado por ambos imperios. En la isla se contruyó una ciudadela a la cual se debe su nombre: Ada Kaleh significa “la ciudadela en la isla. Hoy es una leyenda perdida para la mayoría de las personas que se enteran de ella, y también un paraíso perdido, si dejamos volar la imaginación. Sin embargo, la isla tiene sobrevivientes. Turhan Semși, presidente de la Unión Democrática Turca en Rumanía, filial de Bucarest, es uno de ellos. Él ha contado quién vivía en la isla situada en medio del gran río:
“Como comienza cada cuento, érase una vez la isla Ada Kaleh. Y de verdad, hubo una isla situada río debajo de la ciudad de Orșova y río arriba desde la ciudad de Turnu Severin, en medio del Danubio, río arriba desde el dique que hay actualmente en las Puertas de Hierro. Era una comunidad pequeña donde vivíamos muy bien junto con todas las etnias que había en la isla, no muchas. La mayoría de los habitantes de la isla eran turcos. Tengo recuerdos de mi infancia, recuerdos e información sobre la existencia de la isla, con costumbres, con problemas, con las preocupaciones de la vida que se desarrollaba en una isla. También había alegrías, sobre todo en verano, cuando recibíamos visitas.
Pervin Halimoglu vive en Estambul y ha nacido y ha vivido en el paraíso de Ada Kaleh. A los recuerdos de su infancia se añade la nostalgia de un lugar maravilloso, como lo describen las personas que estuvieron allí, y de las imágenes guardadas.
“Es difícil hablar de Ada Kaleh. Los que no han visto, no han probado algo, no saben lo que es. Nosotros hemos vivido y hemos nacido allí. Tenía 18 años cuando me fui de la isla. Pero mis sueños proceden de allí. No me veo en otra parte. He tenido una infancia muy linda, que creo que pocos tienen.
Los recuerdos de Turhan Semși son aún más vívidos cuando hay misterio. Porque cada lugar utópico también tiene que ser misterioso.
“Cuando era niño, en cuarto grado, junto con otros dos compañeros, queríamos entrar en las zonas donde los padres decían que no podíamos entrar, era tabú. Cada niño hace lo contrario. En la isla, en medio de las construcciones de defensa, había una fortificación en forma de cruz. En medio de ella se podría bajar al sótano. La altura de la construcción de la ciudadela a partir del nivel 0 hacia arriba era la misma hacia abajo. Entramos en una galería con velas y linternas, y descubrimos un acceso a 4 túneles. Un túnel cruzaba la isla río abajo y tenía una salida al extremo sur. Otro túnel tenía salida río arriba y se cerró a causa de los depósitos aluviales. También había otros dos túneles que cruzaban el Danubio por debajo, hacia la orilla rumana y la orilla serbia. Caminamos muy poco por la galería que iba aguas abajo, pero teníamos curiosidad por ver si podíamos cruzar el Danubio por debajo, hacia la orilla yugoslava. Avanzamos y, en algún momento, encontramos agua y continuamos avanzando hasta que el agua llegó a nuestra cintura. Volvimos, y después nuestros padres dijeron que aquel túnel había sido derribado cuando el Danubio estaba en un nivel bajo. Un barco había pasado por allí y había derribado la parte superior del túnel que se inundó.
La isla y la ciudadela son zonas aisladas que la gente se ha imaginado muchas veces como lugares llenos de felicidad y de tranquilidad. Y quizán nunca iremos a la isla Ada Kaleh para saberlo.
Versión en español: Monica Tarău