Entrenamientos para cuerpo y mente
Los entrenamientos y el esfuerzo físico en general ayudan al cuerpo a liberar dopamina, una sustancia que el cerebro utiliza para transmitir sensaciones de placer y felicidad. Además del efecto inmediato, los beneficios son también a largo plazo, con correlaciones entre el ejercicio y el bienestar mental.
Corina Cristea, 15.08.2025, 13:00
Las investigaciones han demostrado incluso que cada tipo de ejercicio afecta directamente a distintas zonas del cerebro, provocando cambios en funciones mentales específicas. Por ejemplo, hacer ejercicio con pesas ayuda a estimular la capacidad de construir razonamientos complejos necesarios para resolver problemas o realizar varias tareas a la vez.
El yoga es recomendable para liberar el estrés, el miedo, la ansiedad y las preocupaciones, mientras que el entrenamiento a intervalos de alta intensidad reduce los niveles de la hormona que hace que el cerebro sienta hambre, dicen los expertos. El ejercicio cardiovascular está relacionado, entre otras cosas, con el hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria, y los deportes de equipo influyen en múltiples áreas del cerebro, potenciando la concentración, la conciencia del espacio que nos rodea y la capacidad multitarea.
La conclusión no es en absoluto nueva, como demuestra la frase latina «mens sana in corpore sano», utilizada como lema por la mayoría de las instituciones sanitarias internacionales. Cada persona tiene un perfil genético y necesita un ejercicio, una nutrición y un estilo de vida personalizados. Esta es la premisa sobre la que Mihai Dragomir, doctor en prevención y mantenimiento de la salud, máster deportivo y especialista en nutrición, ha construido un centro con este fin:
«Nos ocupamos de esto, hemos construido esta tipología en nuestro centro de excelencia para proporcionar a cada individuo una tipología de movimiento personalizada que corresponda a su perfil genético. Todo ser vivo necesita una forma de movimiento. Sólo tiene que ser compatible con la «tipología de producción», como ya he dicho. Hay una diferencia real que, por desgracia, la mayoría de la gente no conoce, no distingue entre deporte y movimiento. El deporte implica competición desde el principio. Somos diferentes. Como tal, no todo el mundo podrá desenvolverse igual de bien en ese deporte. En cuanto al movimiento, se trata de una tipología personalizada que debe adaptarse estrictamente a las características de la dotación de cada persona. Por ejemplo, para algunas personas, un simple paseo puede ser estupendo».
Es importante hacer ejercicio, uno de los ingredientes de la receta para una vida larga y de calidad, junto con una dieta sana, la reducción de los niveles de estrés y el descanso. Una dieta fuera de control se traduce en desequilibrios metabólicos que conducen a la obesidad y a todas las afecciones asociadas. Y la menor edad a la que aparece esta afección y la presión sobre el sistema sanitario son dos aspectos que no hay que descuidar. Nuevamente al micrófono, Mihai Dragomir, doctor en prevención y mantenimiento de la salud:
«La obesidad es, de hecho, un resultado, un efecto de una condición ya existente en el cuerpo. Hemos aprendido, y la sociedad nos enseña, que la obesidad significa que comemos mucho y por eso estamos gordos u obesos. No es así. En efecto, comer mal afecta a determinados órganos, principalmente el hígado y el páncreas. Después tiene malos efectos sobre la vesícula biliar, que ya no puede digerir las grasas. Y ahí es donde surge el problema. Porque todo lo que tragamos se queda en el intestino, en el íleon, donde los alimentos ya no se metabolizan correctamente. Cuanto más tiempo permanece en el intestino, más se convierte en residuo, en putrefacción. Esto provoca problemas fecales, que la mayoría de la gente ignora. ¿Adónde van a parar estos residuos? Se convierten en toxinas, que empiezan a dañar los órganos. Esto provoca hinchazón, malestar, gases, hiperacidez y obesidad».
Para evitarlo, es importante la prevención, dice el especialista en nutrición Mihai Dragomir, llamando la atención sobre la hidratación, porque, dice, el agua es necesaria para todos los procesos químicos y fisiológicos del organismo. Mínimo 1,5 litros al día. Y después de hidratarnos, según afirma Mihai Dragomir:
«Tenemos que ser un poco cuidadosos con nuestra dieta. Estamos acostumbrados a poner muchas cosas en la mesa cuando comemos. Así que desde el principio tenemos un error. Tenemos que acostumbrarnos a comer un solo plato en cada comida. ¿Por qué? Porque tenemos que dar tiempo al cuerpo para metabolizar. Desde el momento en que nos tragamos la comida, hasta pasados 20 minutos no empieza a metabolizarse. El tipo de alimento también importa. Porque, por ejemplo, si es un tipo de carbohidrato de absorción lenta y si ya hay una enfermedad en el cuerpo, puede tardar hasta 48-72 horas en metabolizarse».
El sueño también es muy importante, porque es el periodo de recuperación, durante el cual el hígado tiene que regenerarse a nivel celular, para eliminar todos los residuos y toxinas del organismo. Por desgracia, afirma Mihai Dragomir, más del 70% de la población sufre privación de sueño. Y, por último, pero no por ello menos importante, es importante mantener la mente ocupada todo el tiempo, encontrar algo que hacer, de esta forma podemos ayudar a prevenir el Alzheimer y otras enfermedades similares.