La mesa que une
Récord mundial establecido en Alba Iulia, el 13 de septiembre de 2025: la mesa más larga hecha de materiales reciclables, que se llamó «La mesa que une» y reunió a 10.000 participantes. Alexa Vîlcan, la creadora del proyecto, nos contó los detalles de esta experiencia única.
Ana-Maria Cononovici, 23.09.2025, 14:30
En la localidad de Alba Iulia, en el sur de Transilvania, acudieron familias enteras, muchos luciendo trajes tradicionales, para sentarse en una mesa gigantesca instalada en la Ciudadela Alba Carolina. El 13 de septiembre de 2025 se batió un récord Guinness: la mesa más larga del mundo construida con materiales reciclados, bautizada como “La mesa que une”.
Alexa Vîlcan, impulsora del proyecto, relató los pormenores de esta experiencia inédita:
«La idea era aportar nosotros un nuevo récord al Libro de los Récords Guinness. No existía antecedente de una mesa de estas dimensiones hecha con materiales reciclables y lo conseguimos. Llevábamos casi dos años planificándolo todo, aunque la ejecución apenas duró dos días gracias a un equipo extraordinario de dos empresas que además trabajaron como voluntarios y lograron culminar el reto en tiempo récord. La Ciudadela Alba Carolina tiene forma de estrella de siete puntas y un perímetro interior de 2,7 kilómetros, y logramos extender la mesa a lo largo de todo ese recorrido. En ella se sentaron 10.000 personas, pero hubo otras 1.000 que hicieron posible el desafío».
Una mesa de la que los asistentes podían llevarse lo que quisieran, como explica Vîlcan:
«Todo se organizó con el apoyo de numerosos patrocinadores y socios, y desde el principio pensamos en un proyecto sostenible. El mantel, los platos, todo estaba hecho con materiales reciclables. Y todos los patrocinadores aceptaron que los comensales se llevaran lo que hubiera encima. Colocamos una bolsa bajo cada plato para que pudieran guardar lo que desearan: la vajilla de cerámica reciclada, pequeños floreros, fruta, pan, lácteos… Fue también más fácil para nosotros recoger, evitamos residuos y no quedó basura tras el evento. Todos se marcharon encantados; prueba de ello es que la mesa quedó completamente vacía. Fue una auténtica alegría: te llevabas un recuerdo, lo que más te gustaba de la mesa, y al mismo tiempo no se desperdició nada».
El evaluador oficial de Guinness World Records certificó el evento como récord mundial: la mesa más larga hecha con materiales reciclados – 2.782,96 metros de longitud y un ancho mínimo de 71 cm en todo el recorrido-, que cubrió casi por completo los fosos de la ciudadela. Vîlcan recuerda:
«El momento fue impresionante. Se trabajó mucho e intensamente y se siguieron al pie de la letra las estrictas normas de Guinness. Se realizaron mediciones en presencia de una jueza de Guinness, un topógrafo, un arquitecto y un ingeniero. La tensión fue enorme, estábamos con el corazón en un puño: ¿entramos en la categoría, cumplimos con todo, está todo bien? Las verificaciones fueron extremadamente rigurosas».
¿Y el banquete? Alexa Vîlcan responde:
«Gracias a los patrocinadores disfrutamos de una gran variedad de alimentos: embutidos, huevos, alitas de pollo, pan, lácteos, frutas, verduras, pasteles, miel… ¡Un banquete abundante! Desde nuestra perspectiva, ahora que todo ha concluido, creemos que este ha sido un récord profundamente humano. Miles de personas que aportaron su granito de arena, que colaboraron y ayudaron, mientras los participantes mostraron un respeto y una alegría ejemplares. Éramos 10.000 personas juntas y todos se comportaron de manera extraordinaria. La felicidad, la calma y la emoción se vivieron con una intensidad casi milagrosa. Hoy todos coincidimos en que fue un récord profundamente humano, porque demostró que la unión hace la fuerza y que, sobre todo, podemos ser comunidad».
Muchos de los asistentes acudieron también con trajes tradicionales o con la emblemática ie rumana, y acompañaron el banquete con música: guitarras, flautas… La atmósfera superó todas las expectativas, tal y como subrayó Alexa Vîlcan, emocionada por el éxito del proyecto.
Versión en español: Valeriu Radulian