Centenario del Rapid de Bucarest
Steliu Lambru, 04.09.2023, 13:46
El
Rapid de Bucarest es el club de fútbol de la primera división rumana con la
existencia más larga. Establecido en 1923, hace cien años, el equipo era el más
popular por varias razones: era un equipo de trabajadores, reunió a seguidores
de otros equipos disueltos después de 1945 por el régimen comunista y fue
perseguido durante el régimen comunista conducido por Nicolae Ceauşescu entre
1965 y 1989. En sus 100 años de existencia, el Rapid de Bucarest ha ganado el
título nacional 3 veces, la Copa de Rumanía 13 veces y la Supercopa de Rumanía
4 veces, e internacionalmente jugó un cuarto de final en la Copa de la UEFA en
la edición 2005-2006 y conquistó la Copa de los Balcanes dos veces.
En
junio de 1923, varios grupos de trabajadores de los talleres Grivița lograron,
después de sucesivos intentos, convencer a la dirección de los Ferrocarriles
Rumanos para que subvencionara un equipo de fútbol. Hay dos fechas de
nacimiento del equipo, el 11 y el 25 de junio de 1923, como dice el historiador
Pompiliu Constantin, autor del volumen Rapid y el Rapidismo. Así
nació el CFR Bucarest, un equipo de trabajadores ferroviarios del barrio de
Giulești, y a mediados de la década de 1930 el equipo se convertiría en un
serio competidor del poderoso Venus de Bucarest y el Ripensia de Timișoara. A
mediados de la década de 1930, el CFR Bucarest cambió su nombre a Rapid de
Bucarest y sus colores de violeta a burdeos y blanco. Los partidos se jugaban
en el estadio ONEF, más tarde llamado Republicii, y desde 1936 en
su propio estadio, el Giulești. En 1944, bajo la presión política del Partido
Comunista, se convirtió en CFR de nuevo, y luego recibió el nombre de
Locomotiva. No fue hasta 1958 que el equipo regresó al antiguo nombre de Rapid.
El
equipo se mantuvo popular durante muchos años, con una muy buena imagen para
varias generaciones de aficionados. Pompiliu Constantin explicó las razones de
esta popularidad.
En
esencia, esto sucede a finales de la década de 1930, pero especialmente después
de la disolución de los clubes de entreguerras Carmen, Macabi y Venus. Muchos
de los aficionados de estos equipos, en los años 40 y 50, se van al Rapid
porque era prácticamente el único club que quedaba del período de entreguerras.
Incluso encontré artículos sobre el número estimado de seguidores para el club
Rapid, en algún lugar de los años 50 era claramente el club más popular. Pero
en el periodo de entreguerras no era el club más popular, el Venus y el
Ripensia eran más populares. La prensa de los años 50 estimó que había casi un
millón de aficionados rapidistas.
Después de 1945 y el
establecimiento del régimen comunista, el Rapid se convirtió en uno de los
favoritos. Pompiliu Constantin:
Es
un favorito, sin duda. Esto se debe, en primer lugar, a que el régimen
necesitaba promover esta imagen de club obrero y del trabajador que no solo era
un buen trabajador, sino también un buen atleta. Dej, a partir de los
documentos y testimonios que he recopilado, no estaba realmente involucrado,
puedo decir que para nada, en el recorrido del equipo. Mucho más rapidista es,
en cambio, Gheorghe Apostol que también toma medidas serias para ayudar al club
en los años 50, cuando el Rapid baja de categoría por primera vez. Apostol, el
jefe de los trabajadores en ese momento en Rumanía, escribe una carta en la que
pide a la Unión de Educación Física y Deportes, los líderes del deporte rumano,
que aprueben la permanencia del Rapid en la primera división porque era el
equipo más popular. Obviamente, eso no se acepta, el Rapid desciende, baja a
segunda y después vuelve a ascender.
El Venus de Bucarest y el
Ripensia de Timișoara, los antiguos rivales del Rapid, habían desaparecido o
luchaban en el anonimato, al igual que el Progres de Bucarest y el Petrol de
Ploiești. Pero la aparición de otros equipos a finales de la década de 1940,
fuertemente apoyados por las estructuras de poder del Estado comunista, el
Steaua, el equipo del ejército, y el Dinamo, el equipo de la Milicia, cambia
las rivalidades. Los nuevos adversarios crean una nueva identidad del
rapidista, una identidad antisistema. Las formas más explícitas de la
manifestación del rapidismo estaban en el estadio y eran los cantos. Uno de los
más directos era: ¡Quién nos ha metido en B / Ceausescu PCR!, pero Pompiliu
Constantin dice que eran episódicos, provocados por el estado de ánimo del
momento, dependiendo de si el equipo ganaba o perdía. Sin embargo, el rapidismo
también significaba relaciones más estrechas y una mayor solidaridad entre las
personas. Pompiliu Constantin:
En
esta época creo que nace el rapidismo, especialmente esta actitud antisistema.
El equipo ya está empezando a descender y permanece en la segunda división
durante muchos años. Los partidarios resienten esto como un castigo por parte
del régimen. Hay muchos partidos amañados y esto también se encuentra en los
archivos. Estas cosas llegaron a oídos de los aficionados que iban a Cișmigiu
porque allí se juntaban muchos aficionados. No era difícil darse cuenta de lo
que amañaban. Además, las personas que se reunían en las gradas del Rapid ya se
conocían y crearon una especie de mafia clandestina de cosas, especialmente
durante la escasez de los años 80, cuando tenías que recurrir a un rapidista de
confianza. Se llegó hasta los cantos episódicos en los partidos con el Dinamo y
el Steaua.
Hoy el Rapid de Bucarest ha
alcanzado su centenario. Es mucho para una organización que ha pasado por
tantos momentos complicados en la historia. Su objetivo, como cualquier entidad
que mira hacia el futuro, es ser capaz de llegar aún a muchos más.