La miscelánea: En busca del milagro: Rumanía espiritual
En un mundo que avanza a toda prisa, donde muchas personas buscan curas milagrosas afuera, a menudo olvidamos que la verdadera sanación puede estar dentro de nosotros mismos.

Brigitta Pana, 21.07.2025, 15:17
En Rumanía, un país con rincones llenos de historia y espiritualidad, existen lugares donde la fe y los milagros parecen hacerse presentes día a día. Hoy, los invitamos a acompañarnos en un viaje por algunos de esos santuarios, donde la esperanza, la paz y la fe se unen para ofrecer consuelo y luz a quienes los visitan. Comenzamos en el corazón de Vrancea, en el monasterio de Dălhăuți, un espacio sagrado conocido por el icono milagroso de Nuestra Señora de los Milagros. Según la leyenda, este icono fue entregado a un monje llamado Anufie durante su peregrinación a Tierra Santa. Aunque profanado y abandonado en tierras lejanas, el icono regresó restaurado a Rumanía, y hoy miles de fieles acuden para rezar y pedir sanación frente a esta imagen cargada de historia y devoción.
Nos trasladamos ahora a Transilvania, donde, en una tranquila colina, se encuentra el monasterio de Prislop. No es el más antiguo ni el más grandioso, pero sí uno de los más visitados, porque allí descansa el padre Arsenie Boca, un monje y visionario que muchos consideran santo. Frente a su tumba, los visitantes esperan en silencio, oran, lloran y dejan ofrendas, confiando en su intercesión. Historias de curaciones milagrosas y cambios profundos de vida se cuentan desde hace décadas, alimentando la fe de quienes se acercan a este lugar.
Más al sureste, cerca del mar Negro, está la cueva del Apóstol Andrés, un sitio histórico y espiritual donde se cree que el discípulo de Cristo predicó en tiempos antiguos. La cueva, con su altar tallado en piedra y un manantial considerado bendito, atrae a peregrinos que buscan consuelo y momentos de paz espiritual. Muchos aseguran haber sentido la presencia divina y experimentado sanaciones tras visitar este santuario.
En el norte, el monasterio de Putna, fundado en 1466 por Esteban el Grande, voivoda y santo protector de Moldavia, es considerado el corazón espiritual de Rumanía. Aquí, además de honrar su memoria, los visitantes veneran un manantial llamado “Izvorul lui Ștefan”, cuyas aguas, según la tradición, ayudaron al voivoda antes de las batallas y hoy alivian tanto el cuerpo como el alma.
En Brașov, dentro del barrio antiguo de Șcheii Brașovului, la Iglesia de San Nicolás guarda un icono de la Virgen María que ha sido testigo de fenómenos misteriosos, incluyendo el llanto en momentos de crisis nacional. Y no muy lejos, en el monasterio de Nicula, un ícono de la Virgen María lloró lágrimas de sangre en 1699, un hecho documentado que transformó el lugar en un centro de peregrinación y esperanza para miles de fieles.
Finalmente, en Dobrogea, casi en la frontera con Bulgaria, el monasterio de Dervent es un refugio donde milagros y energías inexplicables se manifiestan a través de cruces de piedra que, según la leyenda, aparecieron solas. En este sitio, numerosos enfermos han testificado curaciones que desafían la explicación médica, y junto a un manantial sagrado, muchos encuentran serenidad y alivio.
Este recorrido por la Rumanía espiritual nos muestra que lo milagroso no siempre necesita ser visto para ser sentido. A veces, está en la paz que una oración trae, en la esperanza renovada y en la fuerza para seguir adelante. Rumanía es tierra de creencias profundas, donde la eternidad toca la tierra y el alma encuentra respuestas, consuelo y, para muchos, verdaderos milagros.
Si deseas escuchar el programa completo y descubrir más historias que tocan el alma, te invitamos a visitar el enlace que dejamos al final. No te lo pierdas, ¡hasta la próxima travesía!